Bienvenidos a mi blog.
En él os voy a contar mi experiencia como voluntario en Angola. ¿Qué tiene de especial? No lo sé. Yo soy un médico de familia y de emergencias que he sido "invitado" a Angola para "echar una mano". Os invito a compartirlo conmigo.
No sé lo que me espera pero seguro que será algo bueno. Un saludo.

lunes, 1 de agosto de 2011

EN CAPILLA



27 julio 2011.

Ya llego la víspera.

Repasemos:

- Ya tengo mi flamante pasaporte con su tornasolado visado angoleño.

- Mi billete de avión.

- Mi tarjeta de vacunación (donde aparece la vacuna de fiebre amarilla, imprescindible para entrar en el país).

- Mi listado de direcciones en el país.

- Mi contrato de voluntario.

- Mis euros y mi visa (que hacen de salvavidas).

- Y mi seguro médico (más que nada para repatriar el cadáver si fuera preciso).



De la maleta se encarga Pili (ya sé que es mucha cara pero si no… me dejaría la mitad de las cosas en casa). También del jamón y del chorizo. Es lo que más agradecen los misioneros, sobre todo si hace mucho que no vienen a España.

Yo sólo meto los cachivaches: cargadores de aparatos, el ordenador, los cds, la pda, el móvil y los sudokus…



Estoy nervioso. Es verdad.

A veces piensa uno “qué se me habrá perdido por aquellas tierras?”.

No lo sé.

Por eso voy a buscarlo.

La PREPARACIÓN

Fue BREVE.
Un fin de semana en Madrid para contactar con la ONG de los salesianos.
Ir a África con una ONG supone que llevas un seguro de accidente, que tienes un lugar y unas personas de acogida y que vas incorporado a un proyecto.
También es cierto que en esa reunión te enteras de cosas variadas:
- Que el viaje será costoso (más de 1000€)
- Que las vacunas serán cuantiosas (7 u 8)
- Que las  penalidades serán variadas (accidentes, enfermedades, desánimos)...

Pero se pasa.