Primero agradeceros vuestro cariño y apoyo recibidos a través de los comentarios y a través de correos electrónicos que me habéis ido mandado (sé que ha habido dificultades para enviar comentarios, etc.).
Supongo que habéis captado en mis comentarios que lo que cuento es aquello de la vida normal o de las fiestas que me ha sorprendido o que me ha resultado distinto de lo que todos nosotros conocemos y vivimos en España.
| reunión al aire libre |
Pero como podéis deducir llegar a Angola y comenzar a realizar tarea (en mi caso bien poca) implica realmente introducirse en una nueva dinámica, con sus horarios y con sus ritmos. Y al cabo de 2 semanas resulta que estás haciendo “vida normal”, con sus rutinas y sus extras.
En la medida en que he podido he querido realizar los más extras posibles porque en ellos descubres situaciones que no vivirías normalmente. Por eso siempre que puedo salgo con los chicos del VIS, me marcho de excursión con los “romanos” o voy a la Clínica de los argentinos.
Pero hay un día a día.
Implica levantarse a las 6,15. Tras asearte vas a las oraciones (porque me apetece, después de tanto tiempo). Desayunas (Matabishas – matas el bicho) a las 7.00. Haces la habitación, repasas algo y a las 8,15 vas al Centro de Saúde.
Saludas a los paciente que pacientemente esperan, saludas a los enfermeros que van llegando (siempre tarde) “Bom día Dorca, Anita, Ana Rosa, Inés, Jamba, Rita, Talita, Bonifacio…””Bom día señor dotor”. Como a las 9.00 comienzas la consulta. Me gusta sentarme como en segundo plano para que la enfermera realice la anamnesis, yo pregunto alguna cosa más… y me suelo levantar para explorar. A veces “arrastro” a la enfermera para que inicie ella la exploración. En los niños los síntomas son siempre los mismos (y si haces el interrogatorio dirigido más): fiebre, tos, diarrea y dolor abdominal. Le tocas la barriga (siempre timpánica), auscultas y… pones tratamiento. Al principio te resistes a que todo sean antibióticos y malaria pero… al final (y a veces con rehúses – vuelven a los 3 días-) van “pa´llá”
| en mi habitación - mosquitera |
En los adultos es un poco lo mismo: cefalea (universal en Angola), fiebre por la noche, dolores articulares, tos y dolor abdominal. ¡Como para acertar con el diagnóstico!
Se termina pronto porque es época seca (parece que con las lluvias se llena) y a las 12 saludas y te vas a comer a las 12.30. Si termino antes intento entrar en el laboratorio del centro para mirar al micro o “urdir” planes para que realicen alguna prueba sencilla. Pero mirándoles cómo toman el sol en el porche…
Después de comer (el ambiente es bueno con tanta y tan variada gente) te echas la siesta y estudias (os juro que de esta medicina tropical uno no se entera de nada y hay que actualizarse). Esperas a que conecten el generador para conectarte a internet y subir algún comentario al blog.
| entrada de la casa |
También suelo esperar con impaciencia (aunque nunca falla) el correo de Isaías. Como ya alguno de vosotros sabéis, Isaías es mi microbiólogo de cabecera. Es un salmantino afincado en Plasencia que ya me castigaba de residente, aunque yo prefería tomar café con Inmaculada (que es su mujer y mi compañera de residencia). Retomé el contacto con él antes de venir a Angola porque pensé (con buen criterio como se ha demostrado) que aquí hay que saber mucho de bichos. Él me ha animado a realizar alguna observación al microscopio y alguna prueba, aunque he de reconocer que mi falta de experiencia no ha dado demasiados frutos.
Cuando te conectas por fin a internet lo peor es subir fotos, (que se eternizan y eso que van superreducidas) y la mayoría de las veces echo en ello la tarde y no lo consigo.
Después espero a que Pili o Samuel se conecten al skype para hablar con ellos. Pero es otro castigo porque el video no va y muchas veces el sonido tampoco. Te pasas una hora diciendo “me oyes?, yo a vosotros sí””Pues nada Samuel, que papá no dice nada””QUE SÍ QUE OS OIGO””pues nada, que no estará conectado, espera, que ahora se le oye entrecortado…” Así un buen rato.
La cena es a las 8.00 y en la sobremesa, después de fregar (yo pocos días) o recoger, a veces jugamos a algo con el grupo de jóvenes italianos (Francesco, Francesca, don Francesco, Sara, Martina, Alesio, Ornella, Antonella y Joaquino) y con Francisco (un joven argentino). Y a las 22.30 cortan la luz del generador y lo mejor es irse a la cama para mañana retomar la actividad a las 6.15.
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| en Chicala |
El grupo de italianos suele acercarse a las parroquias para participar en las celebraciones y sobre todo para hacer animación (juegos, actividades, etc) con los más pequeños, y también al colegio Don Bosco para animar algún aula o el recreo (sistema preventivo de Don Bosco, estando presente entre los niños para que mejoren). Y Francisco, el argentino, que se quedará aquí un año ya está dando clases.
Como veis no es tan romántico como pueda parecer.
Así que me voy a la cama que mañana hay que madrugar.
Boa noite.
