Ratificación
Antes de nada quiero deciros que lo que escribo en mi blog no es “palabra de Dios”. Son impresiones que me producen lo que yo veo, lo que oigo, lo que me cuentan. Seguramente en algunas cosas yerre. Si me doy cuenta o “evoluciono” os lo contaré. Si lo confirmo os lo haré saber.
Recordáis que os hablé de los biberones.
El otro día siguiendo la estrategia de mi suegro (sacar de mentira verdad) pregunté a la madre que traía a su niña de un mes por dolor abdominal: ¿Le das biberón. Verdad?. Sí claro. Enséñamelo! Lo tengo ahí fuera (fui a buscarlo) Está aquí dentro? Sí. ¿Es este (dije sacándolo)?
Confirmé lo contado..
Os pongo unas fotos para que veáis lo que les ponen en el biberón (que Manolo dice que es tan saludable). La bolita es naftalina, los palitos no lo sé (raíces), lo blanco es ajo (el olor era asqueroso y todo el biberón en sí era infeccioso). El que sostiene la madre (cuyo color era terroso con objetos flotantes) se lo daba a un niño de un mes. El saludable ajo era para un niño mayor (8 meses).