Bienvenidos a mi blog.
En él os voy a contar mi experiencia como voluntario en Angola. ¿Qué tiene de especial? No lo sé. Yo soy un médico de familia y de emergencias que he sido "invitado" a Angola para "echar una mano". Os invito a compartirlo conmigo.
No sé lo que me espera pero seguro que será algo bueno. Un saludo.

martes, 16 de agosto de 2011

Hospitales

El hospitalLa residencia donde estoy alojado es una casa salesiana donde vive “la comunidad”. La comunidad la forman 4 salesianos, pero ahora mismo sólo están dos de los habituales. También hay otros 3 salesianos en formación. Y casualmente llegaron a la vez que yo un grupo de voluntarios italianos (de Roma y Turín).

La casa está al lado de la iglesia que regentan (de San Pedro y San Pablo). Es una casa sencilla, con habitaciones muy sencillas (pero tienen lavabo). Tiene agua corriente (raro en la ciudad) gracias a una perforación. Los sábados abren el grifo del exterior y se forman grandes colas de los vecinos de alrededor para recoger agua. Esta agua es de buena calidad y potable.



Junto a la casa también está el centro de salud. Es como un consultorio local. Hay unos cuantos enfermeros locales que hacen funciones de médico: pasan consulta de gestantes, de adultos y de niños. También se hace vacunación y curas de enfermería. En este tiempo de invierno (realmente es como de primavera en España, con 10-12° por la noche y 25° por el día) hay menos trabajo. Cuando llegan las lluvias aumenta la patología. Los enfermeros locales, que ya conté que son pagados por el gobierno, trabajan lo justo. Pasan la consulta “a toa” (o sea, a toda leche, metiendo a 2 pacientes a la vez en la misma habitación si es necesario) y terminan lo más pronto posible para poder salir a tomar el sol.

No se hace cirugía (ni menor, no me los imagino) ni se asisten partos. No he visto ninguna emergencia, aunque sí algún niño muy chuchurrío que hemos derivado al hospital. Y el primer día fui a “un domicilio”, es decir… a una choza, a ver a una anciana.

Porque en esta ciudad hay varios hospitales. Os aconsejo no poneros malos por aquí, por lo que más queráis. Pero hay varios.

Uno es la Maternidad. Allí siguen las gestaciones. ¡Tienen un ecógrafo!. Supongo que funcionará.
pasillo de la Clínica "argentina"

El principal es el “Hospital Central “ que es el que he ido a ver hoy.

Mentiría si dijera que me ha sorprendido (el primer día ya estuvimos en un hospital central en Luanda). Pero me ha entristecido.

Fue construido en los años 70 pero se está cayendo. Y no porque lo diga yo, sino porque me lo cuenta un enfermero “chefe”(jefe) que nos lo está enseñando. Nos lo enseña con gusto porque es amigo de Paulino Vitete, del que ya os hablé. Y a la vez nos va presentando a los médicos de los distintos servicios.

Los médicos y enfermeros amabilísimos. Se presentan, se alegran de verte (al menos aparentemente). La mayoría son angolanos. Algún coreano del norte. Los cubanos deben de estar comiendo. “- Muito trabalho? -Muito” (mucho trabajo?. Mucho). No lo parece.

El ala de cirugía la intercambiaron hace unos años con el de medicina interna porque un día se cayó un cacho del techo (todavía se ven los ladrillos sin reparar, no tiene bovedillas) aunque no mató a nadie (dice). Por miedo cambiaron los quirófanos. Ahora están como dice Ana “como un hospital robado”. Las grandes grietas se ven en todos los techos y en todos los rincones (en tiempo de lluvias esto tiene que ser realmente peligroso). Pero la construcción no es lo que más impresiona. Es la falta de limpieza (no necesariamente suciedad). Son las paredes con desconchones, los pocos enfermeros y menos médicos, las camas viejas con colchones enfundados de plástico, sin sábanas (porque se las llevan) y las que hay…. Los techos altísimos, las puertas dudosas, los cables a la vista, los enfermos arrebujados en mantas viejas... el olor.



Lo peor de Angola es el olor.

El radiólogo te enseña y te cuenta que tienen dos aparatos de rayos; uno no funciona porque… sí que funciona pero es que… bueno, tenemos este otro que hace de todo (nos ha jodido!!, es el único que tienen)…pero se fundió la bombilla y ahora no pueden definir la zona de la placa… bueno radian todo y ya está. (toma!). Me lo cuenta como diciendo… si puedes me traes una.

Mi amigo el Dr Joao pasando visita

Aquí el mantenimiento de los aparato es NEFASTO. Cuenta Gastón, un salesiano argentino de la comunidad, que aquí se gastan una pasta en una Caterpillar (excavadora) y cuando se para (salvo que sea por falta de combustible) la dejan abandonada porque nadie sabe repararla. Los voluntarios del VIS (una ONG de los salesianos de Italia), que viven independientes en una casita cercana, tenían una placa solar en su vivienda que les daba electricidad cuando se les acababa la corriente del generador. Los electricistas locales intentaron sacar otra línea eléctrica y la fundieron. Ahora la tienen parada porque nadie sabe nada de placas solares. Sí, este país necesita Técnicos capacitados. Pero para eso hay que invertir en formación y estudios.

sala de ingresados

Por lo demás el hospital está organizado bien. Tienen una zona de urgencias con camas de observación. A las 24 horas pasan (si es necesario) a su planta. Después tienen alas de Medicina interna, Cirugía y Ortopedia (trauma), Pediatría, Análisis y Hemoterapia (kAF). Después un bloque para niños desnutridos y otro para infecciosos (están con epidemia de sarampión desde hace más de un año). Un mortuorio y un centro de formación de enfermeros -que no es lo mismo-(dan los dos cursos de nivel básico y los dos de grado medio, con lo que salen siendo “enfermeros”).

Además de los centros de salud (consultorios locales en los barrios) también está “la Clínica”. Es un pequeño hospitalillo con 30 camas, que está regentado por unos médicos argentinos, misioneros protestantes. Tienen amistad con los salesianos y ellos me los presentaron. Les pregunté si me dejaban y me invitaron a ir a su clínica “de residente”. Ya he ido 2 días. Me han ayudado mucho por motivos varios. Tienen una visión médica y su formación es bastante buena. Están un poco obsesionados con la malaria pero trabajan bien. Tienen laboratorio propio que ayuda mucho. La clínica también tiene sus camas que dan un aspecto decrépito, sin sábana, llevándose los pacientes la comida. Pero da más confianza.


La dulce Adriana atendiendo

De todas las formas os diré lo que solía decir mi amigo Isaías (del que os hablaré otro día) respecto del hospital de Plasencia, pero en esta ocasión referido a estos hospitales: “Si un día me despierto y estoy ingresado en uno de estos centros.. pensaré que ha habido una guerra nuclear y que todos mis amigos han muerto”

3 comentarios:

  1. ¡Ay Javi! Como en casa, en ninguna parte.
    "Y en Angola también, cari" (aunque no en un hospital). Ánimo.

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  2. Gracias por aclararme las dudas, pero que pena no? todo tan mal... La solución debería ser tan a lo grande que no parece posible que ocurra. Al menos gracias a los voluntarios algo se va "parcheando".
    Abrazos a capazos.

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  3. Tremendo panorama. Saludos desde Polonia.

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