Bienvenidos a mi blog.
En él os voy a contar mi experiencia como voluntario en Angola. ¿Qué tiene de especial? No lo sé. Yo soy un médico de familia y de emergencias que he sido "invitado" a Angola para "echar una mano". Os invito a compartirlo conmigo.
No sé lo que me espera pero seguro que será algo bueno. Un saludo.
En él os voy a contar mi experiencia como voluntario en Angola. ¿Qué tiene de especial? No lo sé. Yo soy un médico de familia y de emergencias que he sido "invitado" a Angola para "echar una mano". Os invito a compartirlo conmigo.
No sé lo que me espera pero seguro que será algo bueno. Un saludo.
miércoles, 17 de agosto de 2011
mis meninos
Mingo es un menino da rua.
Duerme en la calle. En la puta calle.
Suelen escoger solares deshabitados, detrás de las vallas nadie les molesta (normalmente). Se levantan al amanecer. No desayunan. Merodean y si pueden encontrar algo por ahí… se lo comen. No trabajan pero según me dice Mingo pueden ganar hasta 600 kwansas (no sé lo que tienen que hacer para ganar eso).
Ya os dije que a los meninos da rúa les conocía de Luanda. Filiberto se encargó de llevarme a “visitar” a un grupo al que les hace “seguimiento”. Sé que lo hizo para golpearme en firme. Al salir del hospital de Luanda les vimos. Habíamos ido a visitar a un joven de 30 años con 4 hijos al que estaban pendientes de operar de una hernia inguinal gigante (similar a la del coronel de Pantaleón y las visitadoras, creo) pero que no operaban porque nadie les “animaba” con 300 ó 400€.
Nos acercamos para saludarles. Les dimos la mano a los 4 que estaban (manos sucias, sucias. Ni Joaquín sabe lo que quiere decir esto). Uno tenía un pañuelo en la cabeza; parecía un pirata. Me pareció un buen “disfraz”. Estaban comiendo lo que parecían restos de pollo frito… frito en su día. Fili le preguntó al “pirata”:
- “¿qué te ha pasado ahí?”.
- “Llevaba una cesta en la cabeza y al cruzar la calle me atropelló un coche. No paró.”
- “Le miras?… (capotazo de brega)” me dice.
Me acerco a manos descubiertas. Le quito el pañuelo. Hematoma en sien derecha. Hematoma interesante en ojo derecho (ambos párpados), aún cardenalicio. Contusión costal baja izquierda, con hematoma, sensible a palpación, abdomen blando…. Vamos, un hostión.
Nos enseña una receta de un centro de asistencia del estado: Amoxicilina ¿? + Diclofenaco.
No lo ha comprado porque no lo puede pagar.
- ¿Tenemos de esto?, ¿que podemos darle?
- Sí. El antibiótico no parece que lo precise… por ahora. Le daremos Tramadol para el dolor.
- Vale, se lo traigo esta noche. ¿Todo bien? (dirigiéndose a ellos). ¿Dónde están los otros? Venga, luego nos vemos.
. . .
A Mingo le conocí el domingo pasado después del partido de fútbol. Tomábamos unas cervezas (como ya os dije) y se acercó junto a otros niños. Olía a “no sé qué”. A éste le miré bien. Tenía en la mano izquierda un trapo que tenía pegado a su nariz. En la otra una botella de agua (pero que luego descubrí que era gasolina). Sonreía. Sonreía. Con esa sonrisa de colgado, la misma que se te queda después de 6 cervezas. Me acerqué y les hablé. Le pregunté por el trapo y me acerqué más. Apestaba a gasolina. Con un movimiento rápido le quité la botella. “Esto es gasolina, esto naô e bué.., te deshace el cerebro, te lo disuelve”. El niño, al quitarle la botella hizo intento de recuperarla. Pero no le dejé. Yo no sabía qué hacer? Devolvérsela, tirarla, dársela a los amigos… esnifarla yo? Porque la situación era para eso. (¡Mirad qué cara de inocencia tiene!).
Hice una ronda (ahora que lo pienso… a quién se le ocurre más que a mí) oliendo las manos de 7-8 niños. “dáme tus manos, dame tus mano. Huele a gasolina…no ta bom, no ta bom””no, yo no soy , es éste, es éste… “
Al final tiré la botella. Él, con los otros, se fueron. Sin protestar, sin insultarme.
Hoy, por ser al cumpleaños de Don Bosco (nació un 16 de Agosto de 1815) había fiesta en el colegio. Después de 3 horas de estar en el patio nos fuimos en mototaxi al garito de marras. Al cabo de 2 rondas apareció. Él y sus amigos. Parecía que se alegraban de vernos.
- “Una foto!, cómo te llamas?”
- “Mingo”.
- Ven, Irigooooyyyen (arrastrando la eyyye, porque es uruguayyyyo), haznos una foto; este va a ser mi menino adoptivo (Igual que Manolo Ordoñez "adoptó" un recién nacido al llegar a Luanda, hace ya 10 años).
Le senté en mis piernas y Manu nos hizo la foto.
- Te huelen las manos a gasolina!! Te dije que no esnifaras más (¡qué fácil se dice! Si viviéramos en la calle quizás hasta nos habíamos quitado de enmedio).
Al poco llegan más meninos .
- ”Fede,cabrón, hay que hacer algo con esto, tííío”. Fede es un cooperante del VIS que realiza proyectos de agua.
- ”Ya lo estamos intentando. El obispo Tirso está moviendo hilos… pero las autoridades piden una “certificación” de que no tienen familia… o un permiso de los padres… para poder alojarles en una casa. Además tienen que querer ellos. Cómo te llamas? Mingo? Tienes que venir al centro, vendrás?”
Entre bromas (y veras) les digo: “no os tiréis un pedo porque explotamos y salimos por los aires…”
¡Otra foto, otra foto (dicen ellos; les encantan las fotos)!: se colocan todos los meninos cerca.
Y Mingo le dice por lo bajinis a su compañero: “Antes yo me he sentado en sus rodillas…”
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Referente a lo que nos comentabas ayer que tenías un menino "Mingo" para "nuestra Rosa": ¡estupendo!
ResponderEliminarEres afortunado. Un abrazo a Fili y a todos. Rosmari. Santander.
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